Hola, soy Chonita o mejor conocida como la Pascualita.


¡Te contaré mi historia! Bienvenido.

¿De dónde vengo?

Se sabe que llegué al aparador de "La Popular" (un local de vestidos de novia, ubicado en Chihuahua) el 25 de marzo de 1930, sin embargo, no recuerdo como fue... La versión más común dice que la dueña del negocio, Pascualita Esparza Perales de Pérez, me mandó a traer de Francia. Pero, otra versión también dice que fui traída de Francia (de París exactamente), pero que la Sra. Esparza no me adquirió allá, sino en México DF, dentro de una prestigiosa tienda, dónde ella solía comprar telas, azahares, ramos y otros productos para revenderlos en su local. Dicen que le costó mucho trabajo adquirirme en dicha tienda pero que lo consiguió gracias a que amenazó a los encargados de la tienda con dejar de comprar sus suministros si yo no me iba con ella, por lo que accedieron y así la Sra. Esparza me llevó a su local. Como les decía, realmente no me acuerdo que pasó pero se cree que la Sra. Esparza me compró porque, además de ser hermosa y de aspecto realista, me parecía bastante a su hermana (quien era la encargada de confeccionar los vestidos que exponía en el escaparate de su local) e incluso a ella misma. Recuerdo que desde el primer día en que llegué a "La Popular", todos se detenían a mirarme y, aunque la dueña me llamó "Chonita" por mi aparición en el día de La Encarnación, a nadie le importó y todos me decían "La Pascualita" porque decían que me parecía mucho a la dueña del local. Rápidamente me convertí en un icono de la época y me gané el título de "la novia más bonita de Chihuahua", la razón estaba en que era distinta a los demás maniquís de la época: tengo un mejor acabado en la cera, mis ojos son cristal, mi pelo y pestañas son implantes de verdadero pelo y pestañas, y mi expresión, era viva y reflejaba emociones, cual si estuviese dotada de humanidad... Lo que otras "novias", no tenían. Bien, hasta aquí todo iba normal, pero, en algún momento de la década de los sesenta, empezaron a surgir rumores de que yo estaba viva y era capaz de moverme de noche cuando no había nadie en el local, o sonreír a algunas personas. Particularmente, los rumores se hicieron más frecuentes cuando Pascualita Esparza Perales de Pérez, la dueña de "La Popular", falleció en 1967: a partir de ello, aparecieron personas diciendo que yo los seguía con la mirada, que el fantasma les seguía un tiempo si se quedaban viéndome fijamente, o que por breves segundos me aparecían venitas rojas en los ojos... Inclusive, se supo de algunas empleadas que trabajaban en "La Popular" que renunciaron al puesto que tenían en la tienda porque dicen haberme visto llorar o moverme; ¿no creen que es normal después de que alguien murió? ¡Ellas no! Y hubo otras empleadas que se negaban a vestirme porque supuestamente me aparecían venas verdosas en las piernas, que posteriormente desaparecían al igual que las venitas rojas que más de uno vio en el blanco de mis ojos, sinceramente de esto...     no me acuerdo...

© 2017 | Claudia García | Aurora Santacruz | Daniela García | Cocotrón BUAP 2017
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